Capítulo 1 Horrible despertar.
Hay silencio, el suelo es suave. Todo alrededor es blanco. La luz deslumbra y las paredes son acojinadas...
Hay una persona en esta habitación, ¿pero quien es?... Parece ser un niño... Está desnudo y desnutrido: envuelto en si mismo, tiene el pelo muy corto: despeinado y pelirrojo. Sus dedos son delgados y huesudos, tiene las uñas cortas y mordisqueadas. El puente de su nariz es largo, su punta es pequeña y respingada. Sus orificios nasales son grandes y alargados. Tiene pestañas largas y curvadas. Sus cejas son finas pero se quiebran a la mitad, su rostro es alargado. Su boca es angosta, sus labios están secos... Susurran que alguna vez fueron rosados.
Sus orejas son pequeñas y redondas, su piel es pálida. Los huesos de la cadera le sobresalen mucho, pero sus piernas aún tienen un poco de carne y se le ven resistentes... ¡Pero no es varón sino fémina!. Las puntas de sus dedos, su nariz, nudillos, mejillas, rodillas, las plantas de sus pies y su vulva ¡están ruborizadas!… ¡Su pecho se infla y su nariz resuena!
La puerta de su habitación muestra un gran número dos separado del número cinco: por un espacio con la huella de un óvalo. Los papeles, en ésta, inscriben: Esquizofrenia, Alucinaciones severas, actitud violenta en extremo, incapacidad de comprender lo que se le dice. No habla, extraña afección en los ojos… El resto de las hojas están arrancadas. La puerta es gris, todo se ve a oscuras.
Parece que despierta... Sus ojos son negruzcos e irritados, su iris es pequeño de color miel... Mira hacia el vacío. Su respiración es calmada, su mente parece limpia.
Se sienta como sirena y mira fijamente a la puerta, como si le susurrara un secreto. Su actitud no cambia en mucho tiempo, la puerta parece estar contándole un cuento que la hipnotiza; 2-5 no aparta la vista. De pronto se escucha un gruñido de su estómago, pasa el tiempo y su barriga no cesa, sus ojos tiemblan y su boca vibra.
Desde fuera de la habitación se alcanzan a oír unos berridos horribles pues dentro de ésta: 2-5 se agita, lanzando golpes al aire, el suelo y las paredes. Corretea por la habitación, cae, grita y grita: como un animal agonizando. Sacude su cabeza desenfrenadamente que bien podría desprenderse y botar por la habitación; alza sus manos muy en lo alto luego los baja estrepitosamente a su estómago: golpeándose hasta dejarse sin aire...
Tose intensamente mientras tata de respirar, y la sangre brota manchando el blanco suelo acolchado de su habitación. ¿Cuánto tiempo lleva así? no ha comido desde hace mucho tiempo.
Hay unos trapos deshechos en la esquina, la habitación ya no es blanca: es oscura, el suelo y las paredes están desgarrados. Hay humedad, y una pestilencia se hace presente. Sus heces rondan por doquier y las manchas de orina son imposibles de olvidar.
2-5 no parece soportar, se le ve muy mal: hincada, como puede, aprieta su cuerpo. Sus lagrimas brotan, su gesto se deforma; sin poder controlarlo más, evacua.
Sus espinillas se manchan, la diarrea esparce su olor por todo el cuarto. Un liquido pestilente es lo único que chorrea y ella no lo soporta: vomita en sus rodillas. Su garganta arde pues sólo ácido es lo que sale.
Sus dientes amarillos denotan sus continuos vómitos, el olor es aún más nauseabundo pero ella ya no tiene nada que expulsar. Gritando a pulmón trata de llamar a sus cuidadores, pero su grito rompe en llantos ensordecedores que le quitan el aliento.
Cae sobre el suelo con el cuello estirado, el cuerpo tenso, el rostro rojo y la nariz escurriendo. Llora en silencio sin poder gritar más. Su ano le arde, su garganta se siente rasposa. Su estómago grita, su cuerpo tiembla. La diarrea estaba fría y húmeda, la habitación igual. Su nariz solloza, y cae dormida.