Sinceramente, hoy no quiero salir; pero me corroe la curiosidad, una duda. Pues me han contado sobre un lugar; una ciudad fantasma, un lugar de misterio, donde difícilmente encuentre personas en las calles, más bien se mantienen en sus casas encerrados, como si de algún voto religioso se tratase, (no sería nada raro, con lo religiosa que es la gente en Nicaragua, al menos una gran mayoría). Pero no es así, según lo que he escuchado de algunos pocos, que han tenido la fuerza de voluntad, para salir de allí. Entre esas paredes hogareñas, se esconden oscuros secretos, que para sus habitantes, son de lo más normal, pero para los visitantes, son una cosa de otro mundo, o al menos de otro tipo de mentalidad libertina o depravada. A la verdad que yo ni me aproximo a ese tipo de mentalidad, quizás sólo no tengo ese tipo de experiencias; aunque saber que algo así existe, me produce una curiosidad lívida, muy exagerada, (ya dejando la palabrería), que pensarían del nombre: “la ciudad del sexo”. Yo sinceramente no se que pensar, se me vienen tantas cosas a la mente, que pues, si o si, tengo que visitar dicho sitio, aunque eso implique salir de mi gran zona de confort, mi casa...