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EL NIÑO QUE HABLABA CON LAS HORMIGAS

EL NIÑO QUE HABLABA CON LAS HORMIGAS

22-05-2014

Ciencia ficción/fantástica novela

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La novela trata acerca de una serie de cuadernos que Alex, fallecido, ha dejado para su hermano Sergi, en los que hace entrega de su legado intelectual.

Alex nos relatará su verdad, la verdad de su gran inteligencia, unida, según nos cuenta, a otra increíble verdad: él dice haber hablado con unos seres vivos que habitan nuestro planeta desde el Cretácico, hace entre 110 y 130 millones de años. Comparado con los humanos llevan treinta veces más de tiempo en la Tierra; por lo que han tenido treinta veces más de tiempo para evolucionar , han superado todo tipo de transformaciones y cataclismos, como cambios climáticos o ataques de meteoritos.

Alex dice haber hablado con las hormigas, y nos relata conocimientos científicos que harán cambiar al mundo, conclusiones teológicas que derrumbaran los pilares de la fe, y finalmente nos advierte de un próximo Apocalipsis.

Alex, es El Niño que Hablaba con las Hormigas.

Leer primer capítulo

 

Primer capítulo

Carta de despedida de Alex a Sergi

Querido hermano:
Si algo es ilimitado en nuestro ser, es la imaginación, el dolor y el amor. Como sé que esta es mi última oportunidad de despedirme de ti, y cara a cara parece sencillo pero no lo es; estas líneas servirán para lo más importante: pedirte perdón. Perdona a tu hermano menor por secuestrar tu existencia.
Ahora no me entiendes, pero pronto descubrirás aquello que intuyes, pero acerca de lo que nunca hemos hablado: heredas mi «sentir y pensar». Está metido en una caja de cartón, escondida en el estante superior del armario de mi habitación. Esa caja contiene el secreto de mi existencia. Ahí, conocerás los límites de mi «imaginación». El «dolor» lo tengo mitigado. El tuyo el tiempo lo atenuará. Seré en ti para ayudarte. En cambio, el «amor» espero que viva y se engrandezca al conocer mi secreto: «El secreto del Niño que Hablaba con las Hormigas».

Alex, el N. H. H.

Carta de despedida de Alex a don Manuel

 

Estimado don Manuel:
Como me dijo, pronto se abrirán otras puertas ante mí. Sigo pensando que, lamentablemente, no son las del cielo. El alma inmortal es un bonito sueño que el hombre espiritual adhiere a su cuerpo mortal para construir la esencia humana.
«Ser» después de no «estar» es un sentir que alcanza al presente y al futuro gracias al recuerdo. Sé que este recuerdo se convertirá en revelador el día en que la humanidad sepa de mí. Ese día me convertiré en inmortal.
Debería colgarse del cuello el pequeño objeto con cadena que adjunto a la presente, junto a la cruz y la medalla de Santa Rita. Puede que necesite de tal compañía. No se trata de símbolo alguno, como es el Cristo Crucificado. Es directamente mi «verdad». Cuando el «arca», esté lejos, deberá entregárselo a Justo. Él sabrá qué hacer. Hasta ese día gracias por acogerme, gracias por entenderme, gracias por quererme y gracias por ser don Manuel.
Alex, el N. H. H.
P.D.: No quiero misas.
En la lápida, quiero que se lea la siguiente inscripción: «El Niño que Hablaba con las Hormigas».

 

 

 

 

 

 

 

 


Carta de despedida de Alex a Justo

Estimado amigo Justo:
Con la cantidad de horas que hemos pasado juntos, llenando la «nada» con el «todo»; razonando, a veces discutiendo, cavilando lo posible, o ideas imposibles; siempre buscando la «verdad» que no es más que la conformidad de nuestro «sentir y pensar», ahora resulta que no sé cómo despedirme de ti.
Lamento no haber coincidido en tu edad física. Sé que a ti no te importó. Y sé por qué: eres de las pocas personas que conocen mi verdadera edad.
Justo, gracias por ser mi amigo. No. Sería más «justo» decir: gracias por ser mi único amigo.
Hasta pronto.
Alex, el N.H.H.
P.D. El «hasta pronto» no significa que tú vayas reunirte conmigo. Tranquilo. El día que te llame don Manuel, te entregará la «Verdad de las Hormigas». Ese día «seré en ti» para revelar la existencia del «Niño que Hablaba con las Hormigas».

 

 


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