Gabriel Aznarez

Uruguay
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Gabriel Aznarez
1963
Considerado como el precursor de la literatura fantástica uruguaya y escritor de la primer saga de la literatura uruguaya.
Autobiografía
Hola, mi nombre es Gabriel Aznarez, soy uruguayo y nací en Montevideo el 17 de marzo de 1963. Mis padres son Gregorio y Adriana. Pasé toda mi infancia dividida entre la ciudad y el campo, durante el año en la ciudad donde estudiaba (¡bah!! hacía que estudiaba) en el Colegio Christian Brothers College y donde hice todos mis amigos. Y en las vacaciones (cuando no me llevaba ninguna materia...) en un campo cercano a las Sierras de las Ánimas, donde la pasada genial junto a mis hermanos y primos. ¡Ah, me olvidaba, tengo nueve hermanos!
?En el Christian Brothers, cursé toda la primaria, la secundaria y preparatoria. Era un colegio grande y lleno de chicos, dirigida por curitas irlandeses, que habiendo dejado sus afectos en el viejo continente, desembarcaron en el Uruguay para ayudar en la formación de hombres de bien, en un país creciente. Nunca fui un buen estudiante... Vivía distraído imaginando aventuras increíbles, que sucedía en lugares lejanos del espacio, luchando contra criaturas atemorizantes y los maestros se la pasaban llamándome la atención y regañándome. En esa época me conocí de memoria el camino a la dirección. A pesar de eso tengo los mejores recuerdos de mi colegio, y guardo en mi corazón mucho cariño por aquellos veteranos gruñones (al menos para mí lo eran), que hoy comprendo, sólo trataban de prepararme para enfrentar el mundo de los adultos, con la mejor preparación posible.
A pesar de que sufrí de asma toda mi infancia, me gustaba jugar a todos los deportes, aunque nunca me destaqué en ninguno de ellos. Me encantaba patinar en iba a la casa de mis amigos patinando, incluso cuando entré a la facultad, llevaba mis patines para salir “volando” si la ocasión así lo ameritaba, y me sirvieron de mucho cuando me perdía el ómnibus. También practiqué artes marciales, y llegué al nivel de cinturón rojo. Ésta práctica me ayudó a controlar mi carácter ya que de chico era un poco calentón y me había ganado, con mucho mérito, el sobrenombre de “calderita de lata” por parte de mis hermanos.
Entré a la facultad de arquitectura, y comencé a hacer mis primeras armas en el mercado laboral. Conocí a mi primer novia, que fue la única y después se convirtió en mi esposa y con quién comparto hasta el día de hoy la alegría de vivir y enfrentar la vida juntos (hasta el día de hoy es un misterio para mi, el que ella me siga aguantando) Con esta magnífica mujer tuve cuatro hijos maravillosos que son la luz de nuestra vida. Una niña y tres varones.
Trabajé de lo que se imaginen, primero tuve una empresa dedicada a la vestimenta, donde hacía de todo: cortar la tela, colocar botones, manejar todo tipo de máquinas e incluso vender... finalmente nos fundimos, y hasta el día de hoy sigo usando los vaqueros que nos sobraron de aquella experiencia. Luego puse mi propia empresa constructora y yo mismo proyectaba y construía las casas. También fui gerente de una Hostería familiar, donde tuve que realizar todo tipo de tareas: gerente, administrador, recepcionista, mozo, lavaplatos y arreglatuti. Tuve un locutorio e incluso trabajé en un Casino como supervisor de mesa...
Soy un poco nómada: ya nos hemos mudado tantas veces que no las recuerdo: vivimos en apartamentos, en casas, en el campo, en la Hostería... Me gusta estar en familia, jugar con mis hijos, la vida al aire libre y los deportes, la música y el chocolate..., ¡me gusta mucho el chocolate! También me gusta el mar, barrenar sus olas salvajes y explorar sus profundidades.
?Durante la crisis que sufrió el país en el año 2000, la construcción se paró completamente y me quedé sin trabajo por lo que tuve que cerrar mi empresa. Con tanto tiempo libre, me dediqué a buscar a que otra cosa me podía dedicar según mis aptitudes. Ofrecí entonces mis servicios como repartidor sobre patines a domicilio, pero..., como en el lugar donde vivía todas las calles eran de balastro, no conseguí quién me contratara. Luego se me ocurrió ofrecer mis servicios de cerrajero utilizando las “llaves” que el Tae Kwon Do me había enseñado, pero tuve que renunciar pronto ante las quejas de los clientes por las roturas de sus puertas... Me pedían que abriera puertas trancadas... Y yo se las abría, ¡a patadas..., pero se las abría!
Lo que nunca se me había ocurrido era escribir, y claro, cómo se me iba a ocurrir si siempre había sido el peor en Idioma Español..., pero era un buen cuentista y me encantaba contarle cuentos a los chicos para hacerlos dormir. Es cierto que nunca logré que se durmieran con mis cuentos si no por el contrario, quedaban aterrorizados o entusiasmados con lo que habían escuchado, y con miles de preguntas. Una noche frente a la computadora, se me ocurrió pasar por escrito la historia que les había inventado unos momentos antes. Comencé a escribir y ya nunca más me pude detener. Mi primer libro, “Los Andaluins y los siete portales” surgió casi por arte de magia, de esa fantástica magia que es la imaginación. Para los otros libros que escribí, hubo más planificación, más dirección y más investigación. Ese primer libro se lo di a leer, antes que a nadie a mi madre, esos maravillosos seres desbordantes de amor y cariño, que nos apoyan siempre e incondicionalmente, que están en todo momento para lo que necesitemos y nos reciben con los brazos abiertos. Su reacción al leerlo, sacándole la cuota parte de subjetividad filial, me hizo pensar que podía atreverme a recorrer la incierta aventura de editarlo. Antes, para salir de dudas, se lo di a una de mis hermanas para que me diera su opinión, y sus comentarios me animaron a seguir adelante. Se lo llevé a un par de editoriales y para mi sorpresa, a los pocos días ya me estaban llamando de una de ellas. El libro se editó ese mismo año. Luego vinieron dos más de la misma saga: “Rescate en Decadunol” y “Viaje al centro del sol”, convirtiéndome en el primer escritor uruguayo en escribir una saga (o al menos eso me dijeron) También se editó una agenda-bestiario que contiene y amplía información de los personajes más destacados.
Dos años después de la aparición del primer Andaluin, se comenzaron a editar mis aventuras en Argentina y a venderse en otros países de Sudamérica.
El el 2006 se editó el 4to libro de la saga: La sangre del Elegido y ese mismo año la revista Charoná publicó algunas historias de los protagonistas en formato de comic.
En el 2007 se edita un libro para adolescentes "La historia de Luna y sin Nombre" a través de Sembrar Familia.
En el 2008 pruebo suerte en internet y publico mi primer novela para adultos: "Los sueños de Samurái" a través de Lulú.com y su versión de e-book en Amazon.com.
En el 2009 escribo una nueva novela de corte juvenil que se tituló el Gran Muro Gris, que ataca la situación de los niños en un ambiente en guerra. Este libro está disponible a través de Amazon.com
En el 2010 se edita mi libro de cuentos de terror: "La hostería del terror" Ese mismo año se editó el quinto libro de la saga: "Los Talismanes sagrados" que fue galardonado con el Premio Bartolomé Hidalgo como mejor libro de literatura infantil.
En el 2011 escribo el libro: La Infernal Odisea del Sr Testadura, que cuenta la experiencia del Sr Testadura en su viaje a través del infierno. Una especie de Divina Comedia contemporánea. También disponible a través de Amqazon.com y también en Lulu.com
En el 2012 escribo el 6to libro de la saga de Los Andaluins: La reencarnación que aún no me decido a publicar.
En el 2013 escribo el libro de cuentos infantil, Los cuentos de Tita la Hormiguita, que espero se edite pronto.
?Hasta aquí una historia que promete seguir escribiéndose...
En Internet:
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