¿Alguna vez os habéis preguntado porque la suerte ronda a algunos tíos mientras que otros recogen las sobras de los poderosos? Pues así me pasaba a mí, yo era uno de esos. Siempre parecía que me había tocado la peor parte. Había venido a España con otros colegas de Venezuela creyendo que esto sería el paraíso terrenal comparado con aquello y resultó que aquí estaba igual o peor y eso que había estudiado y no venía con las manos vacías. Pero todo fue un desastre. Al cabo de tres meses ya no tenía dinero y todo lo que encontraba eran trabajos de esos que nadie quería aquí. te daban un sueldo por decir algo tan exíguo que casi era una propina y encima tenías que dar las gracias por haberlo conseguido.
mi compañero de piso, Berto, un tío del Perú decía que había tenido mucha suerte y le daba gracias a Dios por comer caliente cada día. pero a mí eso no me bastaba; no me había largado de Venezuela para venir a morirme de hambre. Decidí harto que la vida honrada era una mierda y me lié con unos colombianos.