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TIEMPO Y REDES

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15-01-2022

Contemporánea didáctico

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Los nuevos dispositivos digitales están desplazando la lecto escritura por nuevas formas hipertextuales. Así, lo que era una linealidad sintagmática que lleva implícito un “régimen lineal” temporario es sustituido por una nueva percepción espacio-temporal derivada del quiebre de la linealidad discursiva, alterando la linealidad del tiempo e inaugurando un nuevo espacio fenoménico, una nueva experiencia.

Leer primer capítulo

 

Primer capítulo

 

 

 

Tiempo y Cibercultura

Mutación Antropológica

 

 

 

 

 

1.- Cibercultura

 

 

Desde la última década del siglo XX y hasta el presente se despliega por todo el orbe la llamada Cibercultura. Para comprender esta nueva cultura resulta indispensable estabilizar el concepto, apelando a las coordenadas teóricas en las que emerge.

 

Desde nuestro punto de vista, la noción de cultura es inseparable de su dimensión semiótica. Seguimos de cerca la concepción de Clifford Geertz,[1] en cuanto a concebir la cultura como una entidad semiótica. Esto significa que entendemos la cultura como un “Régimen de significación”, esto es, como un sistema interrelacionado de soportes de significación y comunicación que configura un repertorio sensible en una época histórica dada.

 

En una línea muy próxima, el semiólogo italiano Umberto Eco, escribe: “la cultura por entero debería estudiarse como un fenómeno de comunicación basado en sistemas de significación. Lo que significa que no sólo puede estudiarse la cultura de ese modo, sino que, además, sólo estudiándola de ese modo pueden esclarecerse sus mecanismos fundamentales”[2]

 

En toda cultura podemos distinguir dos aspectos bien diferenciados[3]. En primer lugar, una manera de producir, distribuir y consumir los bienes simbólicos en el seno de una sociedad, a la que llamaremos “Economía cultural”. En segundo lugar, hablaremos de “Modos de significación” para delimitar las configuraciones histórico sociales relativas a nuestra manera de percepción sensorial (“Sensorium”) y a nuestros esquemas de pensamientos y acciones (“Habitus”). En suma, todo cuanto constituye el “Imaginario” histórico social, es decir, los rituales, mitos y emblemas       que organizan una cosmovisión en la conciencia de los sujetos en una época dada. 

 

En el presente, estamos asistiendo a una mutación antropológica cultural.En efecto, nos alejamos de aquello que Adorno denominó la “Kulturindustrie”, la producción seriada a escala industrial de los bienes simbólicos propia del siglo XX, cuyos productos característicos fueron, la prensa de gran tiraje, el cine, la radio. El concepto de “Industria cultural”delata una cierta economía cultural que excede la modalidad tardocapitalista, para instalarse más bien en una concepción más amplia que ha sido llamada “industrialismo” 

 

En la actualidad, advertimos una expansión y un refinamiento de nuestras capacidades de reproducción. En efecto, aquello que Benjamin llamó la “reproducción técnica” y que fue el fundamento de la industrialización de la cultura, se ha convertido en nuestros días en “reproducción digital” o “híper reproducibilidad”, como señala Stiegler: “ La tecnología digital permite reproducir cualquier tipo de dato sin degradación de señal con unos medios técnicos que se convierten ellos mismos en bienes ordinarios de gran consumo: la reproducción digital se convierte en una práctica social intensa que alimenta las redes mundiales porque es simplemente la condición de la posibilidad del sistema mnemotécnico mundial”[4] Es claro que esta nueva forma de reproducción hace posible una “Híperindustria cultural” [5]de escala planetaria que nos obliga a revisar todos los supuestos de los estudios comunicacionales (Véase Cuadro Nº1)

 

Cuadro Nº 1

 

[1] Geertz, Clifford. La interpretación de las culturas, Barcelona, Gedisa editorial, 1997.

 

             [2] Eco, Umberto. 1981. Tratado de semiótica general. Editorial Lumen.

                                                Barcelona: pág.58   

[3] Lash, S. Sociología del postmodernismo. Bs. As.Amorrortu Eds.. 1997 (Original 1990)              

 

            [4] Stiegler, B. La técnica y el tiempo. Guipúzcoa. Ed. Hiru Hondarribia. 2004. Pág. 356

[5] La hiperindustrialización de la cultura es la hegemonía plena del sistema tecnoindustrial en la producción del imaginario, la experiencia y cualquier memoria posible. Es el hecho político y cultural central de nuestro tiempo. 

 

 


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