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11-01-2014
Juvenil/Infantil cuento o relato
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Una paloma nos presta sus ojos y alas para que conozcamos a Sebastián, apasionado de las palomas y a un joven con quién compartirá recuerdos y su afición por las aves y por la vida...
Desde que fuera un huevo, no conozco otro palomar que el de Sebastián, un cincuentón que es el carnicero del pueblo y a quien la pasión por la colombofilia, es decir la cría y adiestramiento de palomas, le viene de lejos. Es un hombre tranquilo, regordete y pelirrojo. ¡Siempre sonríe! No sólo a nosotras, las palomas, sino en general.
