A PUNTO DE PARTIR A JARAN
Mencionas al rey ISIN, supongo que te refieres al rey de ISIN, que gobierna aquí en Ur, por su representante, el sumo sacerdote del templo de la Luna.
Tal vez esas palabras...” pueblo destructor con instintos de bestia”, fueron pronunciadas en el tiempo pasado, cuando los amoritas o amorreos, empezaban a invadir su territorio. Creo que hace tiempo este pueblo vino desde el desierto de Arabia ocupando el Occidente de esta tierra. Por eso les llaman “amurru” (los occidentales).
He visto y oído, a los niños de Ur, hablar sumerio y semita. No se distinguen por raza, solo el hablar de los últimos, parece más gutural.
El actual rey de ISIN ha jurado lealtad al rey de LARSA, que es amorita. Los reyes de UR, (Su-sin, Ibb-sin, Warad-sin, Rin-sin), aunque de dinastía sumeria, llevan nombres amorreos.
Ahora hablamos en semita, es el lenguaje del pueblo, el sumerio ha quedado para la enseñanza y la liturgia.
“... y que no conocen el grano”, seguramente lo dijo, porque, los amorreos eran pastores nómadas y venían del desierto y no conocían la agricultura de los cereales.
No puedo extenderme más. Toda la mañana la he pasado regateando y negociando la compra de mercancía. Esta vez me voy en caravana, el puerto marítimo se ha puesto muy caro. Seremos unos doscientos, llevaremos ganado, carros de bueyes y familias enteras. Corre la voz de que, el cambio político que se está adueñando del Ur, no es propicio a los amorreos.
En Jarán permaneceré el tiempo suficiente para comprar plata de las montañas de Taurus, y tras pasar el reino de Mari, llegaré a mi destino en un par de lunas.
¡Conocer el secreto de mi nombre! Dentro de mil quinientos años, en el templo de Asclepios en Epidauro, aparecerá revelado. Los iniciados en los misterios de Dionisio y de Eleusis, lo sabrán. No lo deberán dar a conocer al pueblo, hasta que, en Delfos, la Pitonisa reciba orden de Apolo, y libere su significado.
Que nunca tu alma llegue a vagar por el bosque de mirtos, donde pasean los amantes que mueren por desesperación amorosa.