Prólogo
La poesía en sí, posee infinitos conceptos ¿Qué no se ha dicho acerca de ella? Es un sinfín de ideas y sentimientos que se desangran en letras para dar vida a aquello que tenemos privado de libertad en las entrañas del alma.
Todos tenemos la capacidad de estampar nuestras emociones, anhelos, sentimientos en una simple hoja. Todos podemos crear poesía, aquel mundo lleno de fantasía que nos consuela o nos aconseja cuando acudimos a ella; es tan simple como respirar, pues no se requiere de un docto prodigioso para escribir lo que se esconde en nuestro interior.
No es necesario plasmar palabras tan elegantes o rebuscadas, no hace falta seguir reglas o adaptarse a un estilo; sea rima, prosa, lo que fuese. Si representa al sentir, ya es poesía, libre y soberana como nosotros, pues de eso se trata, de la libertad; aquella que nos da vida y nos llena de alegría, porque siendo libres podemos ser quien realmente queremos ser.
En este libro me adentro en lo más profundo de mí ser. Y rasguño cada parte de mi alma liberándola de todo lo que lleva oculto. Trata del amor y la tristeza, la alegría y la desolación; fieles compañeras que no se abandonan jamás, ya que es improbable que lleves a una sola dentro del corazón.
Si amas, debes entender que no será fácil, deberás luchar y defender tu amor ante miles de obstáculos; tendrás que dar lo mejor de ti para abastecer ese sentimiento que puede cambiar tu vida de la manera más maravillosa, así como puede encerrarte en una agonía indecible.
Lo que trato de transmitir es que: por más que el amor de tu vida se haya marchado, o te falló de alguna forma y no encuentras salida por ninguna parte, no te rindas… llora, grita, lucha por salir adelante; tal vez al principio te ahogues en el rencor y en el despecho, pero a la larga te darás cuenta que debes continuar, y por más que te duelan todos los huesos del cuerpo, no debes detenerte. De pronto mirarás por el camino y descubrirás que el mundo no se ha acabado, que el planeta sigue en órbita, y que te espera mucho por vivir y soñar; nunca dejes de hacerlo, persíguelos con ansias y esperanza, pues, hoy tal vez estés sufriendo; mañana quizá seas el amor de la vida de otra persona.